La descentralización bien entendida empieza por casa. Por eso no podemos dejar de escuchar a los miles... bueno, cientos... bueno, a ese puñado de productores rurales que no pasa por su mejor momento, y que sin nuestro espacio tendría que contratar uno de esos aviones que escriben con humo en el cielo, para hacer llegar su propuesta.
En fin. El informe del Agro, de la mano (amiga) de Pancho Arocena y Schroeder.
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